terça-feira, 14 de agosto de 2012

Origen del idioma Español

Hice un trabajo en la especialización que me gustaría compartir...vamos a verle!!


Tenemos el latín vulgar como la base del idioma Español, propagado en España desde finales del siglo III a. C., que se impuso a las lenguas ibéricas y al vasco.
Los documentos que nos restan del latín provienen de textos literarios. Mas si queremos conocer los verdaderos orígenes de la lengua española, tenemos que imaginar como hablaban los hombres del Imperio romano. Efectivamente, las lenguas romances no derivan del latín escrito en la literatura, sino del hablado en las calles y plazas. Y las diferencias existentes entre una y otra variedad lingüística son muy importantes. Hablando del aspecto fónico, el latín literario diferenciaba diez vocales (cinco largas y cinco breves) y ese cambio en las vocales  modifica el significado de una y otra palabra. El latín oral comienzo esa distinción por el acento de intensidad, que hasta hoy persiste como rasgo distintivo de la lengua española. Hablando del plano morfológico, los adjetivos y sustantivos se declinaban, o sea, adoptaban una terminación distinta de la cual fuera la función que desempeñaban en la oración. Esta característica del latín literario era reemplazada en el latín oral por un aumento en la cantidad de preposiciones, así como sucede en el castellano actual. Cuanto al aspecto sintáctico, el latín literario frecuentemente empleaba  el hipérbaton en tanto que el latín oral ordenaba la oración con una regularidad casi constante. Una relación lógica , si se tiene en cuenta que una lengua evoluciona y con mayor dinamismo se modifica en su variante oral que en la escrita.
Otra influencia del elemento conformador del léxico en el español es el griego, eso porque en las costas mediterráneas hubo una importante colonización griega desde el siglo VII a.C.; y esta lengua también influyó en el latín, una vez que voces helénicas han entrado en el español en distintos momentos históricos.

Influencia de los primeros invasores de la península
Antes de la llegada de los romanos, la península ibérica estaba poblada por diversas tribus. Cerca de todos los lados de los Pirineos, se agrupaban diversos pueblos que poseían la lengua vascuence. Al sur los nativos establecían relaciones comerciales con los fenicios.
Hacia el siglo VII a. C. Los Celtas, venidos del sur de 
Alemania, invadieron la península y se establecieron en Galicia y Portugal, donde juntos con con los iberos formaron el grupo de los Celtíberos. Sabemos que cada una de estas comunidades poseían su propia lengua, pero es posible suponer que se influían entre si.
La invasión Germánica En el año 409 sucedió en España debido a la invasión de pueblos provenientes del norte (los visigodos), estos, entraron en la península por los Pirineos y se instalaron principalmente en la meseta castellana. Inicialmente no se unían con los pobladores hispano - romanos, mas con el tiempo se fueron romanizando tanto los hispano-romanos como los visigodos, mantuvieron su lengua, aunque recibieron influencias, como en el caso del castellano que se cambió principalmente en el léxico.
La influencia Vasca cuyo origen se desconoce, contribuyó  con algunos de sus hábitos articulatorios y ciertas particularidades gramaticales, influenciando en la conformación del castellano por dos motivos: el condado de Castilla se fundó en un territorio de influencia vasca, junto a eso, las tierras que los castellanos iban ganando a los árabes se repoblaban de vascos, que llevaron sus hábitos lingüísticos y, además, ocuparon puestos de destaque en la corte castellana hasta el siglo XIV. Del substrato vasco proceden fenómenos fonéticos característicos del castellano.
Otra 
herencia del vasco consiste ante la imposibilidad de pronunciar una /f/ en posición inicial, pronto las palabras latinas que empezaban por ese fonema fueron sustituidas en épocas tempranas por una aspiración, representada por una /h/ en la escritura.
La invasión de los árabes en el año 711 refletó la invasión árabe en España.  Así, los musulmanes consiguieron invadir hasta toda la península, del sur hacia el norte.
La invasión árabe tenía un 
objetivo religioso y este motivo generó la lucha entre el mundo hispano-románico y el árabe, los cristianos versus  los musulmanes. La prolongada trayectoria de los árabes en España y el contacto estrecho entre ambos pueblos generaron una nueva cultura que no limitase al lingüístico, sino también la arquitectura, la literatura, el arte y las costumbres. La convivencia entre tantas culturas nos permitía reconocer dos Españas: la España musulmana, lujosa y floreciente, y la España cristiana, empobrecida y asolada por las guerras, sin embargo valorada por la cultura.

La Historia del Castellano
La formación del español posee tres grandes periodos: el medieval, también nombrado castellano antiguo, fechado entre los siglos X al XV; el español moderno, que evolucionó desde el siglo XVI hacia finales del XVII, y el contemporáneo, que empezó con la fundación de la Real Academia Española hasta nuestros días.
El castellano medieval. El nombre de la lengua procede de la tierra de castillos que la configuró, Castilla. El castellano fue tan innovador en la evolución del latín como fueron los habitantes de Castilla. Por el sur, bajo dominio árabe, hablaban mozárabe las comunidades hispanas que vivían en este territorio y que conservaron su lengua heredada de épocas anteriores. Mantuvieron su lengua sin grandes alteraciones, bien por afirmación cultural que marcara la diferencia entre las comunidades judía y árabe, bien por falta de contacto con las evoluciones que se desarrollaban en los territorios cristianos. En esta lengua fueran escritos algunos de los primeros poemas líricos romances: las jarchas, escritas en alfabeto árabe o hebreo, mas, que transcritas corresponden a una lengua arábigo-andaluza. Para convertir el castellano en la lengua oficial del reino de Castilla en el siglo XIII, Alfonso X mandó componer en romance, y no en latín, las grandes obras astronómicas, históricas y legales. El castellano medieval desarrolló muchos fonemas que hoy han desaparecido. En este periodo ya habían desaparecido las declinaciones del latín y eran las preposiciones las que señalaban la función de las palabras en la oración. Y Los adjetivos posesivos empezaran a venir precedidos de artículo. En este periodo el español del siglo XII ya era la lengua de los documentos notariales y de la Biblia que mandó traducir Alfonso X.
El castellano moderno, surge con la publicación de la primera gramática castellana de Elio Antonio de Nebrija en 1492, misma fecha del descubrimiento de América  estableciendo la fecha inicial de la segunda gran etapa de conformación y consolidación del idioma. Es en esta época que  pertenece el cambio de las consonantes que altera y consolida definitivamente el sistema fonológico del español. Pronto, el léxico adquirió una gran cantidad de neologismos, pues correspondió a la expansión de Castilla y, por lo tanto, el contacto con otras culturas. Consiguió consolidarse como lengua dominante frente a otros dialectos peninsulares. Pronto el castellano se tornó la lengua de los documentos legales, de la política exterior y la que llegó a América de la mano de la gran empresa realizada por la Corona de Castilla, ya fijada en la gramática normativa de Nebrija.
En Italia, Francia e Inglaterra se editaban gramáticas y diccionarios para aprender español, que fue la lengua diplomática hasta la primera mitad del siglo XVIII. Fue en esta etapa de la lengua española que se llegó al esplendor literario que representan los autores del siglo de oro. En este periodo el léxico incorporó palabras originarias de tantas lenguas y culturas distintas. Del italiano entran en el español desde el siglo XV al XVII los nombres de la métrica y preceptiva literaria.
Los americanismos empezaran a entrar en el siglo XVI, ofreciendo una lista referida a las realidades que en 
Europa no se conocían y que son españolismos tomados por las lenguas europeas que proceden del quechua y el guaraní.
El español contemporáneo, del año 1713 se fundó la Real Academia Española. Su primera tarea fue fijar el idioma y sancionar los cambios que en su idioma habían hecho por los hablantes a lo largo de los siglos. En esta época se había terminado el cambio fonético y morfológico y el sistema verbal de tiempos simples y compuestos era el mismo que ha estado vigente hasta la primera mitad del siglo XX.
En este periodo los pronombres átonos ya no se combinaban con las formas de participio y, gracias a la variación morfológica, los elementos de la oración se pueden ordenar de formas muy diversas de los estilos literarios.

El actual castellano
El castellano es la lengua romance de mayor difusión en el mundo actual, pues se habla en casi toda la península ibérica, en el sudoeste de U.S.A., en casi todo  México, en toda América Central y América del Sur (a excepción de Brasil y Guayanas) y aun es la lengua de un pequeño grupo de hablantes de Filipinas.
Esta vasta difusión geográfica trae como consecuencia una gran e importante cantidad de variantes dialectales. Esto nos hace suponer que al pasar de los siglos el castellano debería seguir el destino del latín: fraccionarse en distintas lenguas nacionales. Pero, la 
velocidad de los medios de comunicación y la amplia difusión de la lengua escrita en la literatura y en los medios masivos, hicieron y hacen que la gran mayoría de los hispanohablantes maneje una variedad de lengua común, en la que todos se entienden a pesar de las diferencias regionales. Entonces concluimos que la lengua evoluciona inevitablemente y también tiene la necesidad de mantener una unidad lingüística que permita la comunicación eficaz y fluida entre la mayoría de los hispanohablantes.


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